Un mínimo de una vez por semana, pero depende de las dificultades de tu hijo/a. Primero debemos de conocer la situación y valorarla, siempre de forma individual y atendiendo a las características propias de cada caso.

Cuando se trata de edades muy tempranas, es recomendable. Si vuestro hijo/a siente la necesidad de que entréis a sesión con él o ella, siempre seréis bienvenidos, pero lo ideal es que poco a poco pueda entrar solos para favorecer su autonomía.

En cualquier caso, SIEMPRE os mantendremos informados de lo ocurrido en la sesión y de su evolución, tanto si estáis presentes como si no.

En primer lugar, llámanos y te daremos toda la información necesaria. A partir de ahí, estableceremos una primera visita en la que valoraremos a tu hijo/a y estableceremos objetivos y un horario para empezar con las sesiones.

Las sesiones duran 45 minutos.

Es importante conocer a vuestro hijo/a y sus dificultades antes de proceder a la valoración, dado que existe una gran variedad de pruebas y queremos ajustarnos exactamente a lo que necesita cada caso en particular.

Analizamos la prueba, establecemos objetivos y comenzamos a trabajar con tu hijo/a, intentando siempre adaptarlo a sus gustos y actividades para que el aprendizaje sea más dinámico y efectivo.

El primer paso es establecer una primera visita para recoger todos los datos que puedan aportarnos información acerca de las dificultades de tu hijo/a.

Tras ello, comenzamos con una valoración cualitativa que analizamos para establecer objetivos y comenzar a trabajar. La mejor manera que tienen los niños de aprender es mediante el juego, así que siempre que es posible, intentamos que sea de manera lúdica y amena pero dándole mucha importancia a que sigan aprendiendo.

Somos como un entrenamiento para luego aplicar las cosas en el colegio, casa, o en los contextos necesarios fuera de la clínica.

No, no es suficiente practicar durante 45 minutos semanales. Es importante que los padres y madres sean participantes activos en lo aprendido durante la sesión y apliquen las pautas, enseñadas y explicadas por la logopeda previamente, en las diferentes situaciones y o rutinas del niño/a.